Invisible
Es una mañana cualquiera, de un día anodino, pero soleado y el mar parece observarme a mí, en vez de permanecer impasible e inmenso ante mis ojos que pretenden bucearlo a ciegas.
Hoy he despertado con una sensación distinta.
Hoy siento la ausencia por primera vez.
Hoy el vacío es palpable.
Antes no dolían los agujeros del alma... será que me estoy haciendo mayor y empiezo a sentir el reúma en las fisuras en un corazón descuidado y húmedo.
Hoy siento el silencio por primera vez.
En el espejo empiezo a desaparecer.
Me miro las manos, y apenas queda nada de mis dedos. Hoy no me puse el anillo que me regalaste...
La ausencia se hace dueña de mí, con imperiosas ansias de amante primeriza. Me vacía los brazos, los hombros, el pecho y cada cabello...
Mantengo la mirada fija en el espejo, escrutando mi propia expresión de incredulidad y tristeza.
No siento miedo.
La paz de lo invisible, de aquello que no ofende porque no lo ves, me penetra como humo en el aire.
Lo único que me inquieta es no recordar. La desmemoria de lo inexistente.
Ahora ya es imposible hallarme, porque me voy alejando de mí misma, y de todo lo que conozco, de todo lo que asusta, de todo lo que me eleva al éxtasis.
Ahora soy imperceptible, diluída en la nada, en lo profundo del olvido.
1 comentario
koco -
de hecho te pido permiso para poder copiarlo y ponerlo en mi blog
te tengo en mi paginas favoritas
cuidese
saludines
aios
(a)(6)