Un trozo de alma, en un rincón de la red. Para no perderla, y tenerla a buen recaudo,... si es posible.

Rosario Troncoso, ese es mi nombre, así me llamaron mis padres.
Me dedico a la enseñanza. Intentar que chicos de 12 a 20 años amen la literatura es mi cometido.
Conseguirlo, mi meta.
Me considero aprendiz de poeta, aprendiz de ser humano, y mujer en todos los sentidos, aprendiendo también a que la fuerza de la vida no me sobrepase y me ahogue, y acabe por morir. Aunque eso es algo que nadie consigue...
Será que todos estamos tan vivos que nos ahogamos, y la muerte es el final del trayecto. Para doctorarse en la carrera de la vida, hay que pasar por la muerte.
Soy una loca empedernida, que disfruta buceando en su propio delirio.
¿Qué más? Juzguen ustedes mismos.